El carácter se forja desde el útero materno
EMOCIONES DESDE EL ÚTERO MATERNO
🤰🧠 Las emociones también educan: cómo el embarazo moldea el mundo emocional del bebé
Cuando una mujer está embarazada, no solo crece un cuerpo dentro de otro. Crece también un lazo, una historia compartida, un universo emocional. Gracias a la neurociencia y a la psicología perinatal, hoy sabemos que la vida emocional del bebé comienza mucho antes del nacimiento. Sí: sentir, amar, temer y calmarse se empiezan a aprender en el útero.
💛 El bebé siente contigo… incluso antes de nacer
Durante el embarazo, la madre y el bebé no solo comparten sangre y nutrientes. Comparten hormonas, sensaciones, estados de ánimo e incluso ritmos emocionales. El bebé, desde las primeras semanas, percibe los cambios químicos que se producen en el cuerpo materno como respuesta a las emociones: alegría, miedo, ansiedad, ternura…
Estas señales viajan a través de la placenta e influyen en su desarrollo neurológico, emocional y hasta en cómo se va formando su personalidad.
🧠 ¿Qué dice la ciencia?
Expertos como el Dr. Thomas Verny o la terapeuta Laura Gutman han mostrado que el bebé es un ser consciente, sensible y emocionalmente conectado a su madre desde antes de nacer. Lo que ella siente, lo que piensa o lo que teme, llega al bebé como parte de su primera experiencia del mundo.
Según estudios recientes:
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Un estado emocional positivo y amoroso favorece el desarrollo del sistema nervioso.
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Un estado de estrés prolongado o ansiedad intensa puede afectar su capacidad futura de regular las emociones, e incluso predisponerlo a dificultades como hiperactividad o ansiedad.
👉 No se trata de evitar sentir tristeza o miedo —eso sería inhumano—, sino de ser conscientes de cómo nuestras emociones configuran el entorno emocional del bebé.
🤱 ¿Qué significa esto para madres y padres?
Durante el embarazo, el cuerpo del bebé se alimenta de lo que la madre come... pero también de lo que ella siente.
Una madre relajada, contenida y acompañada envía señales de calma, seguridad y amor. Una madre en constante estado de alerta, angustia o soledad también lo transmite. Por eso, cuidar el mundo emocional de la madre es cuidar al bebé.
La pareja, la familia y el entorno cercano pueden ser un gran sostén:
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Acompañando sin juzgar
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Creando momentos de armonía y humor
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Escuchando, conteniendo y validando las emociones
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Propiciando espacios de descanso, arte, meditación o naturaleza
🌈 No se trata de ser perfectas, sino conscientes
¿Y si tengo miedo? ¿Y si he llorado o discutido? ¿Y si no estoy bien todo el tiempo?
Tranquila. Las emociones son parte del embarazo. Lo que daña no son los momentos de tensión aislados, sino los estados crónicos de estrés o abandono emocional.
Incluso los momentos difíciles pueden ser una oportunidad de vínculo: hablar con tu bebé, acariciarte el vientre, respirar juntas, imaginarle un entorno seguro… Todo eso ya es una forma de educación emocional prenatal.
🧘♀️ Pequeños gestos que ayudan mucho
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Respira conscientemente unos minutos al día
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Escucha música suave o la que te emocione de forma positiva
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Habla con tu bebé, cuéntale tus emociones sin miedo
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Rodéate de personas que te hagan bien
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Practica técnicas de meditación para embarazadas o yoga suave
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Busca apoyo profesional si estás atravesando tristeza o ansiedad intensa
🎥 Un recurso para profundizar
En el programa REDES, Eduard Punset ofrece claves para comprender esta maravillosa conexión emocional madre-bebé antes del nacimiento.
“El cuerpo de la madre es la primera escuela emocional del bebé. Y el amor es la primera gran lección que aprende.”
También puedes acceder en:
https://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-educacion-emocional-desde-utero-materno/598988/
🔬✨ Bruce Lipton y el poder de las primeras experiencias
El reconocido biólogo Bruce Lipton, profesor de Biología Celular en la Universidad de Wisconsin y pionero en el campo de la epigenética en Stanford, revolucionó nuestra forma de entender el desarrollo humano desde antes de nacer.
Según sus investigaciones, el sistema nervioso del feto y del bebé en formación no solo se desarrolla físicamente, sino que también comienza a almacenar experiencias en su red neuronal y en su memoria celular.
🧠 Estas primeras vivencias —muchas veces invisibles, sutiles o emocionales— se transforman en creencias profundas, que más adelante pueden condicionar nuestra forma de pensar, actuar y relacionarnos con el mundo.
👉 Y aquí está la clave: si esas experiencias tempranas son negativas, dolorosas o estresantes, pueden instalar creencias limitantes que nos acompañarán silenciosamente en la vida adulta... a menos que trabajemos conscientemente para sanarlas.
“El útero no es solo una incubadora biológica, también es una escuela emocional.”
— Bruce Lipton
🌱 Cuidar el mundo emocional desde el inicio es la mejor forma de educar desde las raíces.
